En tiempos donde el ejercicio del Derecho se ve muchas veces reducido a un tecnicismo jurídico o a una profesión regida por la inercia del sistema, la figura de Adelina Nieva emerge como un recordatorio de que la abogacía puede y debe ser también una forma de compromiso ético y transformación social.
Su trayectoria, reconocida recientemente en México con el título Doctor Honoris Causa, otorgado por la Fundación Marcelino Muñoz y la Fundación Gandhi Mandela, reafirma una visión del Derecho anclada en los valores de la justicia social, la educación y la empatía. Desde Tucumán al escenario internacional, Nieva, quien también recibió el título de Doctora Honoris Causa, otorgado por la Universidad Internacional de Teología de Guatemala, construye una práctica profesional que conjuga conocimiento jurídico y sensibilidad humana, situando al Derecho en el terreno de la vocación y no solo del oficio.
La abogada, representa a una generación de juristas latinoamericanos que comprenden el Derecho como una herramienta de transformación, inclusión y desarrollo ético. La especialista miembro activo de la Organización Mundial Mujer Vida y Paz, también fue distinguida por la Fundación Marcelino Muñoz, como líder de impacto mundial. El reconocimiento fue entregado durante la V Cumbre Mundial Creando La Educación del Siglo XXI. La historia de la profesional nos invita a repensar el rol del abogado en la sociedad contemporánea y a reconocer el valor de la educación como base de toda justicia duradera.
Entrevista
¿Cómo nació su vocación por el Derecho y qué la impulsó a dedicarse a la abogacía?
Mi vocación por el Derecho surgió de una profunda inquietud por la justicia y el deseo de defender los derechos de los más vulnerables. Desde joven, me sentí motivada a utilizar el Derecho como una herramienta de transformación social.
¿Cuáles considera que han sido los desafíos más grandes que debió enfrentar en el ejercicio de la profesión?
Los desafíos han sido numerosos, superar barreras, complejidad de casos con un gran impacto social. La perseverancia y el compromiso fueron fundamentales para enfrentarlos.
¿Qué causas o temáticas legales marcaron su trayectoria?
La defensa de los derechos humanos, el acceso a la justicia, la educación, el trabajo social, reflejaron mi compromiso con la lucha social.
¿Cuál es su visión sobre el rol del abogado en la sociedad actual, especialmente en contextos de desigualdad o vulnerabilidad?
El abogado en la actualidad debe ser un agente de cambio, no solo aplicando la ley, sino comprendiendo las realidades sociales y colaborando en la construcción de sociedades más justas.
¿Qué significa para Ud. recibir el Doctorado Honoris Causa de la Fundación Marcelino en México?
Recibir el Doctorado Honoris Causa fue un gran honor y una validación de años de trabajo dedicados a la justicia social, educación y el Derecho humanitario.
¿Qué generó en Ud. recibir esta distinción?
Esta distinción generó en mí una profunda gratitud y responsabilidad para continuar trabajando con la misma pasión y compromiso.
¿Qué valores o acciones de su carrera cree que motivaron a la Fundación a elegirla para este reconocimiento?
Creo que la Fundación Marcelino Muñoz valoró mi esfuerzo constante para promover el acceso a la justicia, la educación, la solidaridad en lo social y mi compromiso con la equidad y los derechos humanos.
¿Cómo percibe el valor de estos reconocimientos en la proyección del trabajo social y jurídico de las mujeres en América Latina?
Estos premios son fundamentales para visibilizar el trabajo de las mujeres en el Derecho, fortaleciendo su liderazgo y proyectando su impacto en América Latina.
¿Podría contarnos cómo fue su experiencia viajando a México para recibir la distinción?
Mi experiencia en México fue enriquecedora; fue un intercambio de conocimientos y emociones que reafirmó mi vocación.
¿Qué sensaciones le dejó el encuentro con los representantes de la Fundación Marcelino y con las personalidades académicas presentes?
El encuentro con los representantes de la Fundación Marcelino Muñoz y académicos fue inspirador, un espacio de diálogo y aprendizaje.
¿Hubo algún momento o anécdota del viaje que le haya resultado especialmente emotivo o significativo?
Un momento especialmente emotivo fue compartir testimonios con otros galardonados, evidenciando la fuerza de nuestra labor conjunta.
¿Qué vínculo mantiene con la Fundación Marcelino y qué funciones cumple actualmente dentro de ella?
Mantengo un vínculo activo con la Fundación, colaborando en la promoción de los valores, en una educación de calidad en la sociedad, y en el bienestar y desarrollo integral del ser humano.
¿De qué manera su trabajo con la Fundación se conecta con sus valores personales y profesionales?
Mi trabajo con la Fundación Marcelino Muñoz refleja mis valores de justicia, solidaridad y compromiso con la comunidad. En ella soy líder de impacto mundial, coordinadora por Argentina por D.D.H.H. formo parte de la organización mundial Mujer Vida y Paz (Directora por Tucumán) que depende de la Fundación.
¿Qué proyectos o líneas de acción promueve la Fundación en los que participe o colabore activamente?
La fundación Marcelino Muñoz en la que participo tiene como misión promover la educación, el bienestar y el desarrollo personal, con el objetivo de crear un impacto transformador en la sociedad. Busca educar para una vida de calidad en el mundo, enfocándose en la formación de líderes de impacto mundial y en el desarrollo integral del ser humano, en la educación de calidad y el desarrollo de habilidades para la vida, en la promoción de la salud física, mental y emocional. Apoyar el desarrollo económico y la generación de empleo la conciencia ambiental y el cuidado del medio ambiente. Formar lideres que promuevan el cambio positivo en la sociedad. La fundación busca lograr estos objetivos a través de programas educativos, conferencias y alianzas con otras organizaciones.
¿Qué importancia cree que tiene la formación ética dentro del Derecho?
La formación ética es fundamental para que el Derecho cumpla su verdadero propósito de justicia y respeto a la dignidad humana.
¿Qué mensaje le gustaría transmitir a los jóvenes abogados que recién comienzan su camino profesional?
A los jóvenes les diría que sigan con ética, pasión y compromiso, porque el Derecho es una herramienta poderosa para transformar vidas.
Si pudiera definir su carrera en una palabra o frase, ¿cuál sería?
Si definiera mi carrera en una frase, sería: “Abogada de causas justas y corazones solidarios”.
Finalmente, ¿qué sueños o metas la motivan a seguir adelante después de este reconocimiento internacional?
Mis sueños son seguir contribuyendo a la construcción de un Derecho más humano y accesible, especialmente para quienes enfrentan mayores desigualdades.
Cuando la empatía se transforma en acción
La entrevista con Adelina Nieva no solo nos acerca a la experiencia de una profesional distinguida, sino también a una concepción del Derecho profundamente humanista. En un contexto global donde las desigualdades continúan desafiando a las instituciones, su mirada recupera el sentido originario de la justicia como práctica de equidad y responsabilidad social.
Su mensaje final, en el que afirma que el Derecho debe ser una herramienta para transformar vidas, la abogada, resume una ética que trasciende la norma y se arraiga en la conciencia. En su camino se reconoce el espíritu de quienes hacen del conocimiento un acto de servicio y del compromiso, un puente entre la ley y la humanidad.
En definitiva, Adelina Nieva reafirma que la verdadera justicia comienza cuando la empatía se convierte en acción.
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