En 2018, Argentina dio un paso fundamental al instituir el 13 de noviembre como el Día Nacional de la Lucha contra el Grooming, un delito digital que se oculta tras las pantallas de computadoras y celulares. Los perfiles falsos en las redes sociales, son creados para exponer a niños y adolescentes a formas crueles de manipulación emocional. La instauración de esta fecha busca recordarnos que la conectividad sin protección puede transformarse en vulnerabilidad, y que la libertad digital requiere de límites éticos y afectivos.
El grooming no se reduce a un acto puntual de acoso. Es un proceso de engaño y sometimiento psicológico que erosiona la confianza y deja huellas profundas en quienes lo padecen. Las víctimas suelen experimentar ansiedad, miedo, vergüenza, trastornos del sueño, baja autoestima y sentimientos de culpa que, generalmente, derivan en aislamiento o depresión. El daño que genera el grooming no termina cuando se apaga la pantalla de la computadora o el celular, continúa en la mente, en el cuerpo y en los vínculos, afectando el desarrollo emocional y social de los chicos.
Un problema que interpela a toda la sociedad
La lucha contra el grooming exige una mirada integral y sostenida desde las políticas públicas. No alcanza con sancionar penalmente al agresor, es necesario educar, prevenir y reparar.
El Estado, las escuelas, las familias y las plataformas digitales deben asumir un compromiso conjunto.
Se deberia incluir la educación digital en los programas escolares desde la infancia, de esta manera, los niños podrían reconocer a temprana edad comportamientos inapropiados y sabrían cómo pedir ayuda en caso de ser hostigados.
Capacitar a docentes, psicopedagogos y fuerzas de seguridad en la detección temprana del grooming y en la contención adecuada de las víctimas.
Fortalecer las campañas públicas de sensibilización con enfoque territorial y lenguaje accesible, especialmente en comunidades donde el acceso a la información es limitado.
Regular la responsabilidad de las plataformas digitales, promoviendo herramientas efectivas de denuncia y control de contenido que protejan a los usuarios menores de edad.
Acompañar con asistencia psicológica gratuita y continua a las víctimas y sus familias, evitando la revictimización y favoreciendo la reconstrucción del lazo social.
Educación, prevención y acompañamiento ejes principales para evitar este flagelo
La prevención no surge por generación espontánea surge del compromiso de los padres con la crianza y educación de sus hijos. Estar presente no es invadirlos sino acompañarlos en todas las etapas de la vida. Un padre que no actúa, que no previene expone a su hijo, a la revictimización.
Para prevenir el grooming, es fundamental tener en cuenta algunas recomendaciones simples pero efectivas:
No aceptar solicitudes de amistad de personas desconocidas en redes sociales.
Evitar compartir fotos, videos o información personal con personas que no se conocen personalmente.
Configurar adecuadamente la privacidad de las cuentas.
Desconfiar de los perfiles que piden mantener “secretos” o conversaciones privadas.
Ante cualquier situación incómoda, guardar pruebas (capturas, mensajes) y realizar la denuncia inmediata en el Ministerio Público Fiscal o la línea 137.
La educación digital no consiste solo en enseñar a usar una aplicación, sino en formar en criterios éticos, emocionales y comunitarios para convivir en entornos virtuales. De nada sirve prohibir si no enseñamos a comprender y proteger.
Un compromiso que trasciende la fecha
El grooming no es un problema informático, tecnológico o de la Inteligencia Artificial, sino humano. La ley de 2018 marcó un punto de partida en esta materia, pero la verdadera lucha se libra en el terreno cotidiano, donde la prevención y la empatía pueden salvar una infancia.
Hablar del grooming no debe causar miedo, sino generar conciencia. Nombrar el problema es la forma más firme de enfrentarlo. Porque detrás de cada pantalla puede haber un peligro, pero también puede haber un adulto responsable, una escuela comprometida y una comunidad que cuida. Debemos ser conscientes de que el futuro digital será seguro solo si lo hacemos colectivamente responsable.
