El viernes 21 de noviembre, a partir de las 19:30 horas, el Complejo Pala Pala de la Comuna rural de Quilmes y Los Sueldos, departamento de Leales (Tucumán), se vestirá de fiesta con la realización del VIII Festival de la Caña de Azúcar. Este tradicional encuentro, que celebra el espíritu cañero de la región, combinará música popular, identidad local y un profundo vínculo con la historia azucarera que caracteriza al noreste tucumano.
Un festival con raíz
El Festival de la Caña de Azúcar no es una celebración trivial, en un encuentro que rinde homenaje a la industria cañera que late con fuerza en Leales. En esta zona se ubica el Ingenio Leales, fundado el 12 de julio de 1936, siendo la última fábrica azucarera establecida en la provincia de Tucumán.
Más allá de su producción de azúcar, el ingenio también genera alcohol (incluido bioetanol) y energía eléctrica a partir del vapor. Durante la zafra 2025, su puesta en marcha fue un acto significativo, autoridades provinciales se reunieron para celebrar el inicio de la molienda, destacando la importancia de esta fábrica para la economía regional.
Leales: historia y territorio
Leales, el departamento donde se llevará a cabo el festival, es un núcleo clave en la producción cañera de Tucumán. Según datos de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres, una porción importante de la superficie cosechable de caña, en la provincia, corresponde al departamento Leales.
Dentro de Leales, la comuna de Quilmes y Los Sueldos congrega varias localidades, entre ellas la de Pala Pala, donde se desarrollará el festival. Pala Pala tiene una historia ligada al ferrocarril: se originó alrededor de la antigua estación ferroviaria que conectaba el ingenio Leales con San Miguel de Tucumán.
El nombre “Pala Pala” también remite a la danza tradicional del noroeste argentino, un baile folclórico con máscaras animalinas que imita el movimiento de distintas criaturas.
Por su parte, Villa de Leales, otra localidad importante del departamento, alberga un castillo junto al río Salí que data de fines del siglo XIX, además de una iglesia con más de dos siglos de historia.
Geografía y cercanía a la capital
Para quienes viven en San Miguel de Tucumán, llegar al festival no será una travesía lejana: la distancia entre la capital provincial y Leales es de aproximadamente 55 km, lo que equivale a unos 47 minutos por ruta provincial. Esto facilita la participación de público urbano, pero también refuerza el puente entre la vida rural cañera y la ciudad.
Qué esperar en el escenario
El evento contará con una agenda musical variada y potente. Se presentarán artistas nacionales de alto renombre como El Chaqueño Palavecino, la Banda XXI y La Repandilla, junto a agrupaciones locales: Los Santiagueños de Oro, La Guitarreada, Licha El Potrito, el Dúo Coronel, el Dúo Así Nomá y Los Norteños de Tucumán. Esta conjunción de voces y estilos promete una velada para todos los gustos, desde el folklore tradicional hasta ritmos más contemporáneos.
Organización y apoyo institucional
La comuna de Quilmes y Los Sueldos, bajo la gestión de la comisionada Celeste Argañaraz, junto al subcomisionado Mario García y el legislador Roque Argañaraz, es la organizadora principal del festival.
Además, el evento cuenta con el respaldo del Gobierno de Tucumán, con el apoyo del gobernador Osvaldo Jaldo, el vicegobernador Miguel Acevedo y el ministro del Interior Darío Monteros.
Significado cultural y social
Este festival no solo es un espectáculo musical, sino también una celebración de la identidad cañera y del arraigo rural. En una provincia como Tucumán, donde la caña de azúcar representa un pilar económico y social, fiestas como estas tienen un profundo valor simbólico.
Además, destacan cómo la industria azucarera en Leales no es solo productiva: ha tenido un papel en la generación de bioenergía y empleo local, evidenciando su papel en el desarrollo sostenible de la región.
VIII Festival de la Caña de Azúcar
El evento marca otro hito en la ya rica tradición de Leales. Con ritmo, historia, música y comunidad, será un punto de encuentro para celebrar no solo la caña, sino el corazón mismo de Tucumán. Para quienes viven en la capital, los 55 km de recorrido se transformarán en una invitación a reconectarse con las raíces, a vibrar con el folclore y a rendir tributo a una industria que es parte de la identidad provincial.

